Chilkoot. El paso. Parte 4.
Cuando por fin Stone sugirió acampar y descansar un rato, encendimos una
hoguera, excavamos un hoy para las provisiones, plantamos la tienda y nos
quedamos fritos descuidando de manera temeraria la única fuente de calor que
teníamos.
Tarea
Enciende una hoguera.
Cuando reanudamos la marcha, el camino me parecía un agradable paseo: el sol brillaba y los ladridos de los peros demostraban sus ganas de jugar en vez de arrastrar el pesado trineo. Stone me entretuvo hablando de la fiebre del oro en un intento por desviar mis pensamientos de la última expedición de mi padre.
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