Chilkoot. Emprendemos el viaje.
Me senté al lado de la hoguera y volví a releer el cuaderno de bitácora.
Nuestro punto de destino estaba a unas 200 millas de aquí. Stone prometió
conseguir un buen trineo tirado por perros en el pueblo, y yo, consciente de mi
“buena suerte”, traté de imaginarme qué pasaría si nos quedábamos atrapados en
la nieve sin comida ni bebida.
Tarea
Alimenta a los perros
Stone me despertó tarde: el resto había abandonado el poblado al alba. Un nuevo trineo fabricado con madera pulida y tirado por unos impacientes huskies nos esperaba en el umbral de la tienda india. Ya no había marcha atrás.
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