Chilkoot. La escotilla.
Apenas habíamos terminado de recoger los escombros cuando nos asaltó otra
mala noticia: ¡la entrada a las Minas había sido cerrada con una pesada
escotilla metálica! En cuanto vio mi cara contrariada, Stone se echó a reír: “¡Manos
blancas del Gran Continente! ¿Cómo se suponía que ibas a rescatar a tu padre?
¿Creías que tendrías que bajarlo de un árbol como a un gatito?.
Tarea
Trenza cuerda en el Granero
Stone intentó abrir la escotilla sin dejar de reír. De repente, al recordar la taza limpia de la cabaña, sentí una angustia inexplicable. ¿Y si no estamos solos aquí? Fingiendo una gran alegría, respondí como pude a algunas bromas del guía.
Comentarios
Publicar un comentario
Deja tu comentario