Chilkoot. Todo o nada.
Cinco días antes, sin poder conciliar el sueño, me había sentado a la mesa
para hojear el cuaderno de bitácora de mi padre. Durante mucho tiempo había
creído que el rastro de la expedición se perdía en Alas de Dragón, pero parecía
que estaba equivocado.
Tarea
Corta un poco de leña para el horno. Va a ser una noche muy larga.
Tras comparar las entradas del diario y del cuaderno de bitácora, por fin conseguí descifrar el enigma que marcaba la diferencia.
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